jueves, 22 de agosto de 2013
jueves, 4 de julio de 2013
miércoles, 12 de junio de 2013
Museo de San Carlos
Agradezco enormemente al Museo de San Carlos el haberme invitado para impartir un taller de escultura como parte de sus actividades conmemorando su aniversario número 45. La experiencia de trabajar con niños, cosa que no había hecho antes, fue en verdad enriquecedora y emocionante!
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sábado, 11 de mayo de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Un ombligo de semana cualquiera
Un ombligo
de semana cualquiera, en pleno corazón de la zona rosa...
Llegamos tarde porque el tráfico y la lluvia
no son buena combinación para la puntualidad, sin embargo nuestro anfitrión nos
recibió con una amplia sonrisa y de inmediato nos hizo sentir bienvenidos.
El edificio que debe ser de los 70's, nada
ostentoso su exterior, tan pronto entramos al vestíbulo, tengo la sensación de
haber cruzado un umbral mágico...mi mano se desliza sobre el ancho barandal
como lo haría una princesa, subimos y escuchamos la voz amable y cariñosa de mi
amiga Mariantonieta: "suban, es por aquí..."
Hay una
puerta típica de un departamento frente a nosotros y no hay nada que nos dé una
pista de lo que se esconde detrás de ella...entramos y literalmente estamos en
otra dimensión...
Azul es lo primero que viene a mi mente, una
danza azul de recuerdos, de figuras, de diseños..."a la izquierda o a la
derecha?". A la derecha nos dice Álvaro que pasemos y me siento como una
niña en una juguetería, no sé para donde voltear o en dónde descansar mi
mirada...la sala es deliciosamente acogedora, azul por supuesto, una rica
selección de quesos nos esperan en la mesa de centro que se encuentra iluminada
por tres jarrones rellenos de conchas y caracoles, con velas dentro de cada uno
de estos, a un lado de ellos está un "florero" lleno de pinceles...
Álvaro estudió arquitectura y la semana pasada
se inauguró su más reciente exposición, es escultor..no me sorprende su buen
gusto y el diseño de su decoración, pero lo que si me sorprende y me emociona
es pasear la vista por cada rincón de su casa y descubrir historias
guardadas...quiero conocerlas.
Quiero saber porqué está Pinocho sentado en
una mesita? de quién es esa vajilla antigua y hermosa que se entreteje en su
librero con todos sus libros que hablan de viajes, de aprendizajes, de orden?
...porqué está esa silueta blanca de un caserío que me recuerda Tlacotalpan en
la otra mesita? qué hace esa vaquita presumida de porcelana parada sobre un
platón...
Hay tantas sensaciones dentro de mi que cuando
finalmente logró concentrarme, mi primer pregunta para el artista es: ¿qué es
lo que más te gusta esculpir Alvaro Zardoni? Y me dice que son las caras, los
rostros...porque es lo primero que ves en una persona, es lo que te dice quien
eres...
Efectivamente,
su casa está lleno de hermosas esculturas de rostros...cada uno con su
historia, con su mensaje, con una intención específica y lo más divertido que
es que todos tienen de alguna manera el sello de ese humor tan fino de mi amigo
Álvaro...
Platicamos de lo más rico, disfrutamos los
quesos, los vinos, la compañía y no sé en que momento, me cuelo y le pido a
Álvaro que nos muestre su taller...nunca había estado en un taller de
escultura, el proceso que nos describe es fascinante...nos platica como desde
que era niño disfrutaba haciendo figuras de plastilina...veo sus manos, le pido
dejarme tocarlas y son suaves y fuertes...claro!! De que otra manera podrían
ser las manos del artista que crea esos rostros pensantes y aquellas sirenas
mágicas?
Álvaro fue tan amable que nos dejó descubrir
descaradamente cada rincón de su casa...fue una noche mágica conocer su obra de
manera tan íntima y acogedora.
Cuando vamos de regreso en el coche, vengo
pensando en la gran lección que acabó de recibir...Álvaro, arquitecto de
profesión, supo escuchar su corazón y su pasión...no es fácil la vida de un
artista, sin embargo, tuvo el valor de desnudarse de su traje de arquitecto y
cada día abraza y se entrega sin miedo a ese sueño que nació desde que era pequeño...
Alvaro
Zardoni se atrevió hace muchos años y yo se lo agradezco. Gracias Álvaro por
regalarnos tu esencia a través de tu obra, gracias por hablar con la fuerza de
tus manos y sobre todo, gracias por esa gran lección.
Y gracias Mariantonieta Garcia maravillosa
mujer por compartirnos tu amistad con este gran escultor.
Maribel Vázquez Menchaca, Ciudad de
México Mayo 2013
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